¡Hola! Soy Jonathan, esposo de Maria, una de las fundadoras de Lactana. Quiero compartirles un poco acerca de mi experiencia como papá durante el periodo de lactancia de mis hijos.

La lactancia me parece algo muy interesante porque es un proceso muy eficiente -soy Ingeniero de profesión, entonces la eficiencia es lo mío-. ¿Por qué es eficiente? Porque el producto está listo inmediatamente, cuando se necesita, donde se necesita, no requiere de empaque, no caduca, no requiere transporte ni almacenamiento, el valor nutrimental es infinitamente más alto comparado contra alternativas artificiales, y el valor sentimental al estrechar el lazo de la madre con el bebé no tiene precio.

Es un acto que requiere de mucho amor, esfuerzo, y sobre todo perseverancia. Durante estos últimos 3 años, María ha estado dando pecho aproximadamente el 70% del tiempo. ¡Es muchísimo! La cantidad de horas que le ha tenido que dedicar es enorme.

Recuerdo cuando nació Pablo, mi primer hijo. En menos de media hora, María ya estaba dándole pecho. Obviamente ella no sabía cómo se tenía que hacer, así que las enfermeras tuvieron que enseñarle. Esto, después de algo tan demandante como dar a luz. Ella estaba exhausta y seguramente lo único que quería era descansar. Pero ahora tenía a un bebé llorando que necesitaba atención continua 24x7.
Es algo para lo que nadie esta preparada y no tienes idea hasta que lo experimentas. En fin, después de varios intentos de que Pablo agarrara el pezón, por fin lo logro. La enfermera le dijo que agarrara la bubi como hamburguesa, lo cual me pareció muy gracioso. Y al principio es difícil porque solo sale calostro y no leche, entonces tanto madre como bebé no saben que es lo que está pasando y puede llegar a ser un poco frustrante. Pero después de varios intentos por fin lo lograron.

Conforme fueron pasando las semanas, el proceso comenzó a volverse un poco más fácil y eficiente, ya que los dos estaban entendiendo lo que tenían que hacer. Pero continuaba siendo pesado, ya que ella tenía que seguir levantándose en las noches para dar de comer. Y a Pablo siempre le ha gustado comer, entonces esto causaba que el proceso tomara más tiempo de lo normal, requiriendo también una mayor cantidad de leche. Como la mayoría de las personas, soy cero funcional a la mitad de la noche, así que ver -o bueno escuchar cuando María me contaba- el número de veces que se levantaba y las pocas horas que había dormido, mi admiración por María continuaba creciendo.

El viaje de María en el mundo de los suplementos comenzó cuando empezamos a dejar a Pablo en guardería. Pedían que dejara 5 biberones, lo cual era una tarea prácticamente imposible de lograr en una ronda de bombeo. Ella fue afortunada porque no tuvo problemas en producir cantidades normales de leche para una comida, ¿pero para 5? Iba a necesitar ayuda. Ahí fue cuando empezó a explorar suplementos para aumentar su producción de leche. Felizmente, los suplementos le ayudaron a llenar esos 5 biberones más fácilmente sin tener que recurrir a múltiples rondas de bombeo o a congelar leche.

¡Pablo continuaba creciendo, y así llegó algo que toda mamá en proceso de lactancia teme – los dientes! Ahora ella tenía unas navajitas filosas listas para destrozarle el pezón en cualquier momento. Por fortuna, Pablo casi no hizo uso de su nueva arma mientras recibía el néctar blanco.


Llegó el primer cumpleaños de Pablo y fue por ahí que decidió comenzar a dejar de darle pecho, para empezar a prepararnos para el bebe #2. Ella estaba un poco triste porque iba a perder ese tiempo tan personal e íntimo con él, pero a la vez contenta de haber sido capaz de lograr llegar al año.

Con Martina, el proceso ha sido obviamente más fácil, María ya sabía qué hacer y fue un proceso mucho más sencillo para las dos. Creo que ha sido algo que las dos disfrutan, ya que para Martina es como un confort antes de dormir. Martina ya tiene 15 meses y felizmente continúa dándole pecho sin problema.

Una cosa super padre de la lactancia, como mencioné al principio, es que es sumamente práctica. A nosotros nos gusta mucho viajar, entonces es súper a gusto que estés donde estés, no tienes que preocuparte por tener que cargar todo el equipo para preparar fórmula, el cual ocupa espacio y pesa. Con bebés tienes que preocuparte de mil cosas todo el tiempo, pero para darles de comer, lo único que tienes que hacer es plug and play.

La verdad es que ha sido muy padre ser parte de este proceso tan excepcional en la primera etapa de vida de mis hijos. Obviamente que no todo ha sido fácil, pero después de ver los beneficios de la lactancia y lo feliz que hace a María ese tiempo que tiene con ellos, decidí que haría todo lo posible por continuar apoyándola en este proceso, aunque eso signifique sacrificar un par de cervezas los sábados en la tarde.

Aplaudo a todas las mamás por su entrega, por darlo todo por el bienestar de sus hijos. Tiempo, horas de dormir, pasatiempos - todo pasa a segundo plano cuando se trata de dar lo mejor para sus hijos. Gracias totales.